Mónica es la primera estudiante en llegar, y recibe sorprendida las estrambóticas explicaciones de don José, el arrendador, aunque queda encantada con el piso.


SOS Estudiantes
Las vivencias de cuatro jóvenes universitarios que comparten piso, junto a su relación con el vecindario da lugar a las más divertidas y desconcertantes situaciones.


Los cuatro estudiantes comienzan una convivencia que aunque se antojaba difícil acaba en buen rollo pero con un primer problema, la comida.

Un retraso en la regla de Carmela revoluciona la relación entre sus compañeros de piso. Fede, muy afectado por ello, se vuelve más chalado de lo que está.

La colada y la cocina se convierten en el primer reto al que se enfrentan los estudiantes: Joaquín se estrena con un desteñido, y Fede con un amenazador gazpacho.

El padre de Mónica la amenaza con cortarle el grifo, aunque su hijita tarda en entender a que se refiere, no tarda ni un segundo en comenzar a buscar trabajo.

La fiesta de Halloween rompe la aparente paz que reinaba en casa de los cuatro estudiantes. Fede no va a parar hasta lograr asustar a sus compañeros.

Joaquín y Mónica se han enrollado, aunque lo niegan tajantemente. Fede y su compañera se han dado cuenta de ello, y lo anuncian a bombo y platillo.

Carmela acoge a un estudiante de Erasmus que se ha quedado tirado tras llegar antes de tiempo. Esto hace que las chicas se revolucionen.

Fede, Joaquín y Mónica se lo pasan bomba viendo telebasura. Pero Carmela no está por la labor de permitirlo. Así que estalla la guerra por el mando a distancia.

Trasteando en el ordenador, Mónica le da a la tecla no adecuada y manda un trabajo de Carmela a la papelera de reciclaje. Se masca la tragedia en el piso.

El nuevo trabajo de Fede como repartidor de pizzas es motivo de las mofas de sus compañeros, tanto por su indumentaria como por su forma de repartirlas.

Con la llegada de las Navidades llega la revolución al piso. Y para revolucionario, Fede, que ha sido obligado en el trabajo a vestirse de Papá Noel.

Los estudiantes hacen sus planes de Navidad: Joaquín se queda; Mónica se va a la nieve... con los esquís puestos; y Fede y Carmela están a la gresca.

La Nochevieja trae todo tipo de conflictos. Para capearlos, los compañeros de piso echan mano de las soluciones más atípicas.

Los números rojos hacen que la tita Encarna acabe trabajando en el bar. Mientras, en el piso el regalo de Reyes trae de cabeza a los estudiantes.

Mónica se levanta con un flemón que no le deja articular palabra, así que habla en un ‘idioma’ totalmente desconocido. Era lo que le faltaba.

La niña pijita interpreta mal una conversación de Joaquín, ¿quiere su compañero decir adiós a este mundo cruel?

Una plaga de insectos aparece de sopetón en todos los pisos. Todos los vecinos están indignados, pero parece que Fede tiene la solución al problema.

Lola, Ester y la tita Encarni están de reforma en su piso, así que entran a saco en el hogar estudiantil y se encargan de organizarlo todo a su manera...

Joaquín amanece con un buen gripazo, y qué mejor forma de pasar el rato que espiando a la vecindad con unos prismáticos.

Una compañera de clase de Fede se ha ofrecido para darle clases particulares. Cuando se entera Carmela, los celos se apoderan de ella.

Mónica avisa que su hermana viene a pasar unos días, cosa a la que sus compañeros se niegan de plano. Eso hasta que la pija promete pagarles dos meses de alquiler.

Tras recibir un golpe Fede pierde la memoria. No reconoce a sus compañeros y su relación con ellos se convierte en una auténtica locura.

Mónica decide por su cuenta y riesgo pintar el piso. Carmela, Fede y Joaquín no dan crédito cuando regresan a casa y observan su nuevo aspecto.

Joaquín está preparando pescaito frito ante la algarabía de sus compañeros, menos de Carmela, que se niega a que en su presencia se cocinen pezqueñines.

La mayor juerga en la historia del bar de Pepe, le pasa factura a Fede con una buena resaca y una crisis de pareja con Carmela.

Fede no está dispuesto a perder a Carmela, así que se toma muy en serio la tarea de recuperar a su amor. Para conseguirlo, idea su táctica de reconciliación.

Carmela organiza una fiesta en la casa en la que se ha hospedado provisionalmente tras abandonar el piso, ¿será para celebrar su ruptura con Fede?

Parece que la ausencia de Carmela está afectando a Fede de tal manera que hasta le está cambiando la personalidad. Así que Mónica idea un plan de reconciliación.

Tras el retorno de Carmela llega una aparente normalidad al piso. Joaquín se pone muy pesado porque quiere saber si la pareja se ha liado o no.

Unas parejas se arreglan, mientras que a otras les ocurre todo lo contrario. Fede ahora está irreconocible. Por contra, Joaquín se ha vuelto un pasota.

En la reunión de comunidad no hay voluntarios para ser presidente. Así que una bolita unida al azar eligen al psicópata como agraciado con el puesto.

Una crisis de identidad hace que Mónica se venga abajo y pierda el interés por todo. ¿Será que quiere llamar la atención de Joaquín?

Los problemas eléctricos que están surgiendo en el piso, se juntan con los problemas todavía más ‘eléctricos’ que hay entre las dos parejitas.

Una serie de fenómenos paranormales que están sucediendo en el rellano atemorizan a los estudiantes, hasta el punto de perturbar la convivencia entre ellos.

Con los exámenes a la vuelta de la esquina, hasta Fede se pone a estudiar, cosa que preocupa a sus compañeros pues nos le han visto coger un libro en su vida.

Le ofrecen a Carmela llevar la renta del alquiler a don José. La activista, siempre muy dispuesta, acepta. Todo está en regla, hasta que el dinero desaparece.

Por fin llegó el día de la reconciliación total entre Carmela y Fede, tanto es así que el vago de la guitarra va coreando que el amor ronda por el piso.

Joaquín le confiesa a Fede que se encuentra perdidamente enamorado de Mónica, y le pide consejo sobre qué debe hacer para atraerla hasta sus brazos.

Los continuos cambios en la personalidad de Fede no son asumidos por su pareja, que ya está harta de convivir con una especie de Doctor Jekill y mr. Hyde.
SOS Estudiantes
"S.O.S Estudiantes" es una teleserie que comenzó a emitirse en el año 2004, en la que reina el humor absurdo canalizado a través de unos personajes con un carácter muy singular, en ocasiones surrealista y unos rasgos muy marcados. El argumento versa sobre la convivencia de un variopinto grupo de universitarios se juntan para compartir piso. Joaquín, que estudia veterinaria y se debate entre su amor por los animales, y su trabajo en un matadero. Mónica, la pija, irresistible y frívola, que a veces es un auténtico martirio. Carmela, la solidaria y comprometida, con récord de pertenencia a ONGs. Ama a Fede, un golfo, con más interés en la guitarra que en los libros. A este grupo se le une un casero que siente fobia por la gente joven; el vecino de la puerta de enfrente, que es lo más parecido a un asesino en serie; y las dos vecinas que son pareja y siempre están metidas en algún entuerto. Todos ellos tienen como su punto de encuentro un bar que tiene un camarero que es tan raro como único en su especie.