En la intimidad del sofá, María del Monte conversa con Bertín Osborne sobre su estado de ánimo después del fatídico robo en su vivienda y la posterior detención de su sobrino como responsable. María insiste en la conversación en que no quiere ser tratada como una víctima, que es una privilegiada y que después de haber sufrido la pérdida de su madre y sus dos hermanos en muy poco tiempo, el resto de cosas son mucho menos importante. Ambos coinciden en valorar la salud por encima de todo lo demás, a la vez que hay que asumir que somos vulnerables. María del Monte se mostró tranquila y dispuesta a disfrutar el resto del programa.