Un retraso en la regla de Carmela se convierte en un secreto a voces en el piso, sobre todo gracias a la inestimable ayuda de Mónica. Fede se encuentra absorto en unos ejercicios de yoga que está practicando para dejar dejar el tabaco. Unos ejercicios que se acaban de golpe y porrazo al conocer la inesperada noticia. Entretanto la inesperada visita una tía de Lola, hace que la simpática vecina intente ocultar su condición sexual alterando la convivencia con su pareja, hasta entonces tan bien llevada. Fede se encuentra atacado de los nervios debido a la nueva situación, hasta el extremo de llegar a pedir trabajo al casero, que no da crédito a lo que le pide semejante vago.