Una plaga de insectos aparece de sopetón en los pisos de don José. Todos los inquilinos están indignados, excepto Jesús, el psicópata, que cree que ha llegado su día y ya no está en el mundo de los vivos. El impertérrito casero tiene la solución para acabar con la plaga. Recomienda a todos sus arrendatarios limpiar con ajo y agua, o lo que es lo mismo: ajo... derse y agua... ntarse. Está claro que algo hay que hacer, y ya. La brillante cabeza de Fede se pone, a duras penas, en marcha y parece que ha encontrado una solución infalible para acabar con los molestos insectos...