Séneca se traslada a la Dehesa de los Pinsapos por recomendación médica para curarse el catarro. Allí asegura a Doloritas que dar tiempo al tiempo es la lección de este lugar, que aprendió del difunto abogado Don Estanislao. Don José y Doña Mati visitan a Séneca en el campo, reflexionan junto a él del valor del tiempo y comprueban la latencia que invade la vida en la finca.