Plazas con ermita

Santa Cruz de Mudela, Puebla de Sancho Pérez, Almagro y Rasines son ejemplo de la unión de profundas tradiciones.

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Plazas con ermita

La existencia de ermitas o santuarios con plazas de toros adosadas está vinculada desde la más remota antigüedad. Situadas fuera del casco urbano, su finalidad inicial era servir de instrumento recaudatorio para fines eclesiásticos o de instituciones benéficas. Tanto los edificios religiosos y los taurinos aledaños, son ambos monumentos que hunden sus raíces en lo más profundo de nuestras tradiciones populares. En este capítulo disfrutamos de cuatro ejemplos relevantes. El santuario de la Virgen de las Virtudes de Santa Cruz de Mundela, en Ciudad Real, es posiblemente el buque insignia de esta modalidad de cosos. En la misma provincia, la plaza de Nuestra Señora de las Nieves de Almagro, junto al santuario también dedicado a la patrona, tuvo su principal actividad taurina durante el siglo XIX. El cuadrilátero irregular adosado a la ermita de Puebla de Sancho Pérez, en Badajoz, celebra festejos al menos desde mediados del siglo XIX. Alejandro Talavante vivió en allí sus éxitos iniciales. En Cantabria, el cuadrilátero de la plaza de los Santos Mártires y su ermita, conforman un conjunto histórico en un paraje natural.