Con voz cálida y sonrisa permanente consigue sumergirte en el río musical de una música que no tiene fronteras. Sus últimos trabajos están dedicados especialmente a otras mujeres del jazz que no han ocupado en la historia de la música el lugar que en justicia les corresponde. Así en 2019 Natalia reúne a tres jóvenes músicas y pone en marcha el proyecto “Una historia de mujeres en el jazz”.