El Legado de... Antonio Gades

El Legado de... Antonio Gades

"El Legado de... " homenajea al maestro Antonio Gades, un hombre de ideas comprometidas que revolucionó el baile. En el espacio Eugenia Eiriz, viuda del bailarín y directora de la Fundación Antonio Gades, desnuda sus sentimientos como nunca antes en televisión. Recuerda que se enamoró de él cuando fue a verlo al cine. Se proyectaba “Carmen”, de Carlos Saura, y ella solo tenía diez años. Tuvieron que pasar casi dos décadas para conocerse en persona. El encuentro se produjo en el Teatro Real de Madrid. El coreógrafo representaba su última obra sobre los escenarios, “Fuenteovejuna” y ella trabajaba en el Teatro Real. Como tenían que hablar con frecuencia, en una de las llamadas que ella no pudo atender, Gades le dejó un mensaje de voz. “Saltó el contestador de voz, que decía en este momento no estoy disponible, y él dijo: yo sí estoy disponible para ti”. A esta declaración de amor, le siguió una relación que culminó con una boda en el hospital pocos días antes de morir Antonio Gades en julio de 2004. El programa también entrevista a uno de los cinco hijos del bailarín, María Esteve, hija de Pepa Flores “Marisol”. La actriz repasa la historia de amor de Gades con su madre. Cuenta que se casaron en Cuba, en una ceremonia a la que no invitaron a sus hijos. Y también nos habla de la separación de la pareja y cómo la vivieron ellos. Para conocer mejor a este gran genio del baile español, el programa entrevista a artistas que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria. La bailarina María Rosa recuerda cómo Gades rompió todos los moldes de la danza. Se centra en la capacidad que tenía para bailarlo todo bien, ya fuera un jota, danza clásica o flamenco. El cantaor José Mercé estuvo en la compañía de Gades siendo muy joven y Cristina Hoyos habla de cómo mucha gente pensaba que los dos artistas eran pareja porque se enamoraban y se acariciaban durante la representación. Antonio Gades triunfó en todo el mundo y su último deseo, antes de fallecer, era crear una fundación para perpetuar su memoria y seguir enseñando el baile a los jóvenes. Esta idea la materializó su viuda, Eugenia Eiriz. Y, hoy en día, la Compañía de Antonio Gades y su Fundación es el mejor legado que dejó el bailarín. Rafael Amargo también participa en este repaso a la trayectoria del coreógrafo.