Dos trabajadoras de mantenimiento de un parque están limpiando cuando ven a una persona sin hogar en un banco y no quieren que esté ahí, la humillan, la desprecian y van a intentar echarla a manguerazos. La situación está basada en hechos reales y cuenta con la colaboración de la Fundación Arrabal. Las personas que son testigos de esta situación de discriminación reaccionan rápido y piden a las operarias que tengan empatía y humanidad. Incluso, hay una mujer que invita al indigente a sentarse en su mesa. Más tarde, nos detenemos en la reacción de una joven, Macarena Parro de San Fernando (Cádiz). Las dos operarias siguen quejándose y la joven no tarda en dar la cara por el hombre sin hogar. Censura el comportamiento de las dos mujeres y les dice que "a lo mejor el joven no tiene un sitio donde dormir".