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Alberto García Alix
El maestro Alberto García Alix es un fotógrafo apasionado, capaz de fijarse en los detalles cotidianos que para los demás pasan desapercibidos. García Alix es difícil de definir, le gustan las motos, los tatuajes y la fotografía pero, sobre todo, le gusta la vida. Es un hombre que se sabe fuera de todos los encuadres y, quizás por eso, encontró en el enfoque de la cámara de fotos una manera de comprenderse y analizar la realidad que le rodea. Con un punto caótico desde sus inicios, es ahora uno de los personajes claves para entender el movimiento cultural de los años 80, 90 y 2000. No en vano, uno de sus lemas es “no te mueras nunca”. La manera de narrarnos nuestra historia es mediante el lenguaje del retrato, un espejo en el que a veces es doloroso mirarse. Si dijéramos de él que es uno de los grandes de la fotografía nos quedaríamos muy cortos, más que un fotógrafo de renombre es un intelectual, un príncipe, un artista y un dandi. Dicen los que lo conocen que a su alrededor siempre hay vinos, canciones y largas conversaciones. Es un comunicador empedernido que cifra la magia de la vida en el encuentro. Nació en León, de padre oftalmólogo y madre licenciada en Historia. Empezó Derecho, pero lo dejó porque quería encontrar en él su propia justicia. Ha trabajado de albañil en Soria, ha mendigado y dormido al raso en Venecia, ha pirateado tebeos para venderlos en el Rastro… Múltiples anécdotas y aventuras que fueron formando la personalidad y creatividad del invitado en "1001 Noches", un genio con más de 30 exposiciones en solitario y Premio Nacional de Fotografía.