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Diego Rodríguez Lucero, el inquisidor que aterrorizó a Córdoba
Córdoba fue otra de las sedes andaluzas del Tribunal de la Santa Inquisición. El Alcázar de los Reyes Cristianos, construido sobre el alcázar de los Omeya, fue, además de fortaleza, residencia de reyes hasta 1488, cuando se marchan de allí los Reyes Católicos. A partir de ese momento se convierte en tribunal de la inquisición, además de prisión y zona de torturas. Acompañados por Manuel García Parody, catedrático y miembro de la Real Academia de la Historia, conocemos en que consistían esos juicios sumarísimos, basados en la presunción de culpabilidad y la delación de de los vecinos. En el recorrido por lo que fueran las mazmorras cuenta los tipos de tortura que se realizaban y la situación en la que permanecían los prisioneros hasta que eran ejecutados, bien con garrote vil, bien en la hoguera. Manuel García Parody nos descubre también a uno de los personajes más siniestros de la Inquisición cordobesa: Diego Rodríguez Lucero, responsable de la quema de cientos de cordobeses. De hecho, mandó la quema en la hoguera de 105 personas en un solo día en El Marrubial.