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Paco Aguilar y Manuel Campo Vidal
Pocos estarían capacitados para colocarse en la piel de Paco Aguilar, sobrelleva su enfermedad con una entereza que la hace pasar sin dramatismo del chiste a la reflexión, del pesar a la ironía. No se conforma con la situación de los discapacitados en una sociedad que los arrincona y exige un puesto más digno para quien no pueda acudir al apoyo de su cuerpo. El humorista encierra toda una lección de valentía. El dolor se achica ante el poder de una sonrisa. Para Manuel Campo Vidal la pantalla es lo más parecido que existe a una segunda piel, y no sólo porque en su interior haya desarrollado su larga carrera profesional ni porque haya terminado por dirigir la Academia de las Artes y las Ciencias de la Televisión. Igual que la piel, la pantalla puede hacernos cosquillas, movernos a la risa y el llanto, erizarse, untarse con maquillaje, criar postillas. Si no se le cuida, acaba por arrebatarnos todo nuestro atractivo. Sobre todo ello habla el invitado con Joaquín Petit en “1001 Noches”.