Las peripecias de los compadres no tienen fin. Al llegar a la provincia de Jaén se topan con un ejército del siglo XIX en plena batalla y encima les piden que se incorporen. Ellos no van a decir que no a una aventura, un poco asustados, eso sí. Pero allá que van ellos trasladando un cañón, vestidos perfectamente para la ocasión y pensando que estaban viviendo un viaje en el tiempo.