Las obras continúan en la parroquia, por lo que es necesario retirar la talla de San Francisco para protegerla. Esa ocasión se aprovecha para que el santo peregrine por las casas de los feligreses, y Amelia y Trini entran en dura pugna por llevárselo. Por otra parte, Irene y Paulino cada vez sintonizan mejor en el baile.