Paulino se entrena junto a Irene para participar en un concurso de baile. El problema surge cuando el padre Medina empieza a soñar recurrentemente con que besa a Irene. Esto hace que renuncie a seguir bailando con ella y le lleva a replantearse su fe. Así que pide su traslado al obispo. Salvador se ha casado con Rocío para confirmar los votos y ésta, además, le pide que debe ir a misa.