Una granizada rompe el tejado de la iglesia y Paulino se ve en la necesidad de encargar su arreglo. Acude a donativos y al obispado para conseguir el dinero, pero aún así resulta insuficiente. El Nano se presenta dispuesto a comenzar la reparación, lo que obliga a Paulino a buscar un lugar alternativo para celebrar la misa.