En plena comarca de La Alpujarra, se extiende por las faldas de la Sierra de Gádor uno de los pueblos más aristócratas de Almería: Huécija. Arropada por un paisaje de huertas de viñedos y frutales, el casco histórico de esta villa destaca por su elegante arquitectura, fruto de su glorioso pasado. Las huellas del barroco y su aire señorial de antaño le otorgan un encanto único. Bosco Benítez, junto a María Duarte, nos enseña a preparar potaje de cuaresma y borrachillos, dos platos de toda la vida. Pero antes, descubrimos por qué una fruta marcó su historia, su pasado gastronómico, y la magia de su artesanía más arraigada que nos explicará el amor que despierta este pueblo.